Entrevista a Mario Crecente
A continuación reproducimos una entrevista a Mario Crecente publicada en el periódico La Voz de Galicia el pasado 31 de enero.
Mario Crecente es profesor de gestión turística del patrimonio en la Universidad de A Coruña, además de director de la consultora Crecente Asociados. Doctor en Arquitectura y exsubdirector general de Turismo de la Xunta, es especialista en turismo termal (entre otros temas) y buen conocedor de la Costa da Morte y del Camino de Santiago. La semana pasada estuvo en Fitur.
-¿A qué se dedica su empresa?
-Tenemos conocimiento y equipos en el campo del patrimonio y el turismo, y una experiencia en combinar las dos disciplinas. Creamos la empresa para intentar que la relación entre turismo y patrimonio sea la mejor posible. Como ejemplos, creamos productos como el plan de turismo termal de la provincia de Ourense, que nace de sus recursos termales. También la dinamización del Camino de Santiago: ahora estamos terminando con el inglés, un trabajo de la Diputación de A Coruña, finalizando ahora la señalización. Lo mismo ocurre con el mundo del turismo termal, en el que estamos diseñando y rediseñando productos nuevos, como el balneario de Lugo, entre otros. También colaboramos en París, en la Asociación de Ciudades Termales, en la que fuimos uno de los miembros fundadores.
-¿Qué se puede hacer en la Costa da Morte?
-Tras el desastre del Prestige nació una primera acción coordinada, aquel plan de dinamización turística, uno de los primeros trabajos que hizo la empresa. Todavía quedan cosas por hacer en relación a aquel plan. ¿Qué tiene de bueno? Que haya acción coordinada. Es muy difícil que la haya entre Administración pública y empresa, como debería ser. Queda camino por recorrer. Y tratar de transformar desastre en oportunidad. Hablamos siempre de que somos el fin del mundo, pero había que intentar que estuviese más hacia el centro. ¿Cómo? Tenéis una costa inenarrable, inagotable, inabarcable. Una riqueza gastronómica que tiene que dar mucho más de sí. Hay una parte del patrimonio, de lo intangible, que tendría que tener otras formulaciones. Eso, en lo práctico. En lo teórico, hay que hacer la delimitación del Camino a Fisterra y Muxía. Queda lo del parador: tiene que ser reactivo para el territorio. Si alguna zona de este país merece un parador, la Costa da Morte sin duda merece una acción pública de dinamización, con la creación de oferta. Asimismo, lo que falta por cerrar es la ruta de los faros. Hay un triángulo mágico que es el Camino a Fisterra y Muxía con la conexión con A Coruña. Es una propuesta que se hizo en su momento. Por mar, ese triángulo sería prominente, aunque arriesgado, pero por tierra es espectacular.
-Desde su punto de vista, ¿qué es lo mejor que ofrece la Costa da Morte?
-Yo estoy impresionado por la condición fisterrana. Hay un texto precioso de CeesNooteboom que habla sobre el Camino y que pone el ejemplo de que la catedral de Santiago es el puente de un barco que nos lleva al fin del mundo: toda la Costa. Todo ese borde es algo que todavía no conseguimos explotar y que tiene que ser la base de calidad, generación de recursos y riqueza. Con los turistas que tenemos, que el nivel de ingresos, de estancia, se consolide. Y para eso tenemos que ser más cuidadosos, más ordenados, tener unas localidades más cuidadas que las que tenemos. El potencial es enorme, y recorrido, lo tenemos.
-¿Qué habría que hacer para estar en el top de los destinos turísticos gallegos?
-Primero, definir qué es el top. ¿Número de turistas? El top ideal sería el rendimiento de esos turistas. Que dejen un rendimiento. Camino, fin del mundo y parador, eso ya lo mencioné antes. Falta el tema de talaso. Uno de los sitos más espectaculares que hay en toda Europa para un proyecto de talasoterapia está en la Costa da Morte: en la antigua ballenera de Gures. Ese edificio está cada vez más abandonado. Hubo proyectos inmobiliarios que no fueron adelante. Cualquiera que entre en el proyecto de investigación de Talaso Galicia verá que hay un logo, una imagen, que es la ballenera. Nuestra idea no es tirarla, sino tratar de aprovechar esas instalaciones. Tener clientes todo el año, con independencia de las condiciones atmosféricas, nos pondría en la primera liga. Lo que se propone es que haya una acción de ordenación para que después una entidad privada lo lleve adelante. A ser posible, lo ideal sería que allí estuviesen las empresas balnearias gallegas, que son un referente en España: hablamos de turismo de salud y de bienestar, que no depende de que tengas buen tiempo para trabajar. Estar recibiendo un tratamiento de talaso con mal tiempo sería aún mejor. La Bretaña francesa es uno de los destinos de talaso más potentes de todo el mundo. ¿Tienen ellos mejor clima que nosotros? No. Ellos tienen 20 centros de referencia. Por ahí tenemos que ir nosotros también.
juanmario crecente maseda doctor en arquitectura, profesor de turismo
